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La ayuda de la gracia de Dios

  • Foto del escritor: ecosdelprogreso
    ecosdelprogreso
  • 16 ago 2020
  • 1 Min. de lectura

Para sacarle el máximo provecho a este devocional, lea los pasajes a los que se hacen referencia.

Cuando hablamos del trabajo de pacificación, es importante entender que eso no significa que siempre debamos estar tranquilos, felices o incluso desconectados de alguna situación conflictiva. Los pacificadores entienden que encontrar la paz con Dios nos llega como un acto de gracia, algo que sus hijos reciben como un regalo, gratis e inmerecido. Reconocen que sus esfuerzos hacia la buena voluntad y la armonía solo son posibles gracias al amor del Señor. Y que el trabajo de reconciliación no puede hacerse con nuestras propias fuerzas.

Mientras esperamos el regreso del Señor Jesucristo, Él nos invita a acompañarlo en el trabajo de pacificación en el mundo. El apóstol Pablo lo dijo de esta manera: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Ro 5.1). La gracia que nos reconcilia con Dios es la misma gracia que estamos llamados a extender a los demás (Col 3.12-14).

PIENSE EN ESTO

  • ¿Es capaz de reconocer la gracia de Dios en su propia vida? ¿Cómo le capacita esta gracia para buscar reconciliación?

  • ¿De qué maneras puede extender gracia en sus relaciones o en su comunidad?

Biblia en un año: Jeremías 25-27

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